Varios presidentes de diversas firmas de moda dejaron sus
respectivas firmas el pasado año para ocupar un puesto en Apple, muchos opinan
que esto simboliza la nueva era en la industria textil, la conexión definitiva
entre moda y ciencia y el nacimiento de las prendas inteligentes.
Dentro de estas prendas inteligentes encontramos las gafas
de Google, pero estas no son la única innovación.
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Los complementos que más rápido se han desarrollado son los
relojes inteligentes, ya existen 18 modelos y entre sus funciones se encuentran
activar llamadas y controlar la música a través de la voz, gestionar el email y
llevar un registro de la actividad física. También se han diseñado pulseras capaces
de controlar el ritmo cardiaco, monitorizar el sueño, calcular las calorías que
se consumen e incluso registrar el estado de ánimo.
Otras compañías colocan sensores y microordenadores directamente
en la ropa y permiten demostrar lo que ocurre en nuestro interior. Esto tiene
diferentes aplicaciones, como por ejemplo los artefactos que se incorporan en
las camisetas, y que ya utilizan algunos equipos de fútbol, que hacen que se
cree un cuadro del nivel de rendimiento de cada jugador.
También hay prendas en desarrollo que informan de la evolución
de una herida o que detectan el estado emocional de la persona que la viste. Un
claro ejemplo de esto último es un jersey en cuyo cuello hay colocados unos
emisores de luz que van cambiando de color según cambia el ánimo de la persona
que lo lleva puesto y permite que nos concienciemos sobre como todas las
situaciones nos afectan. La clave de esto consiste en convertir las fibras
textiles en detectores de sustancias químicas y fluidos corporales, que
posteriormente transformen esta información, de tal forma que puedan aportar
datos sobre el estado físico de una persona. Este avance será muy útil en
medicina, sobre todo en los casos de personas que sufren enfermedades. También
han sido diseñadas prendas antiestrés que contienen antiestáticos
que evitan que nos carguemos de la energía electroestática que desprenden
móviles y ordenadores.
Otros ejemplos de estas prendas inteligentes son zapatillas
con GPS que se cargan pisando una alfombra, chaquetas táctiles, bolsos con
paneles solares para recargar la batería de dispositivos electrónicos y
sudaderas que emiten mensajes con tinta lumínica.
Como su función es mejorar la calidad de vida, serán ítems que
los usuarios quieran llevar siempre, por eso el objetivo es hacerlos lo más
cómodos posibles. Además, ya hay equipos trabajando en prendas que nos permitan
hacernos invisibles.
Poco a poco encontraremos estos avances en cualquier lado y
pasarán a ser un elemento más de nuestra vida cotidiana.
Nerea Maroto de la Fuente.
Nerea Maroto de la Fuente.
Todas estas prendas son realmente fascinantes y creo que en el futuro serán parte de nuestra vestimenta diaria.
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